¿Y qué si te necesito a mi lado?
¿Y qué si te digo que lo único que me apetece ahora es estar tumbada en tu cama, fumándome un cigarro mientras recorres mi cuerpo con tus labios? Besarte hasta quedarme sin aliento, como nunca hemos hecho.
Que tampoco pido tanto, sólo un ratito a tu lado, saber que el mundo es nuestro con la tranquilidad de que nunca será de otros dos.
Que entiendas que al amor en libertad también le gusta la compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario