Entrará en mi vida aquél que tenga su propia vida, quien me invite de vez en cuando a compartirla sin que quiera matar la soledad conmigo; quien entienda que al amor en libertad, también le gusta la compañía.

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martes, 22 de julio de 2014

Joder. Joder. Joder. Joder. Joder.

Joder, si es que me cago en mi puta vida cada vez que veo lo pienso. Que si, que la cagué haciendo eso, pero joder, ni si quiera sabia si lo nuestro seguía en pie, y coño, lo que hice con él lo hice sin sentir nada, lo que hice contigo lo hice por que me gustabas. Y joder, me estabas gustando mucho, y te juro que si tuviera otra oportunidad no volvería a cagarla ni la más mínima, porque me dedicaría única y exclusivamente a ti.
Te quiero. O te quise, no sé.

miércoles, 16 de julio de 2014

'Un buen amigo es para todo, que no lo sea pa' nada.'

"Pasaste de ser Reina de Shaba a una carga pesada"...


A veces da placer y otras te quita la vida.

Yo creía que el amor era no poder dejar de hablar de alguien. Y lo creo, pero el silencio lo destruye.  

Observo a las parejas sonrientes hacerle el amor a los parques, que no es lo mismo que follar en ellos. Y me pregunto quién de los dos hará la cena esta noche y quién se dejará abrazar al dormir.  También, a veces, me pregunto si duermen. O si no han dejado de soñar por soñarse juntos. 

Escucho a los mortales hablar de cómo sonríe su mitad. Escucho a los inocentes hablar de cómo mueven el culo y el mundo sus culpables del latido. Y me enamoro otra vez, como nunca he dejado de hacerlo. 

Enamoro a tu ego porque tienes tanto amor propio que dan ganas de hacértelo. Ajeno. A las circunstancias. 

Y a veces pienso en cómo se va a despertar, si todavía no se ha ido a dormir...

No despiertes. Septiembre sólo llega para los que se van. 


Que te dejen soñar
de una puta vez
tranquilo. 

Ojalá me perdone la prosa, porque la poesía me abandonaría si supiese que la uso para esto. 

Sigo soñando acantilados, aunque no duerma ni los duerma. Hago como si nada, pero el monstruo del espejo se está ahogando. Y yo sólo soy una niña asustada del reflejo, por eso nunca salgo cuando llueve.   

Hay más peces en el mar, pero mi tierra de nadie sólo tiene charcos. 

Por lo menos la sangre
no devuelve imágenes. 

Ojalá nunca hubiese aprendido a hablar, besaría muchísimo mejor.  Ojala nunca hubiese aprendido a besar, callaría mucho mejor. 

Hay un infinito terror, escondido debajo de esa manía tan humana, de no querer darnos la razón mientras nos regalamos la culpa. 

Tal vez sea tonta, pero todavía no distingo tus dedos del cielo. Que me dejen mirar, donde me dé la gana. 

Mira, el corazón no se rompe; se para. Tengo un corazón tan grande que me es imposible llevarlo a todas partes. Por eso, en situaciones, los bobos dirían que no tengo. 

Aún así, no ando falta de emociones; corro. 

Y sólo le pido a los sentimientos que me perdonen por dejarlos en casa, cuando voy a cualquier parte, en la que no estás tú. 


Y sólo le pido a los sentimientos que te perdonen
cuando vas a cualquier sitio
en el que no estoy yo.

Y se te olvidan. 

Tú no sabes lo que es querer. Yo hubiera muerto por ti; pero yo no mato al tiempo, el tiempo me mata a mi.


Te tengo en el cajón de los recuerdos, también en el de los olvidos, en el de los sueños rotos y los sueños cumplidos.

Ayúdame a quererte en este Julio seco, que pronto llegará el Invierno y aún tengo que encontrar las fuerzas para no dejarnos morir de frío. Deja tus manos enredadas en mi pelo, acerca de nuevo tu boca a mi cuello y susúrrame el silencio de todo lo que hoy nos estamos callando. y es que dime, ¿de qué sirve callarnos la vida cuando así solo nos estamos matando? Ojalá tuviera tus caricias esta noche, la fiebre inunda mi cuerpo y te escribo desde el sofá en donde debería estar acurrucada a ti. La cama parece más grande conforme más te alejas y ya ni siquiera puedo ver tu silueta cuando sale el sol. Mis sábanas son hoy la definición exacta de una eternidad sin ti. Cómo no morir ahogada si en cada verso alejas cualquier esperanza de rescatarnos.
Cómo, si tus manos han dejado de intentar nadar. Las mías están cansadas, mi amor, apenas tienen fuerzas para acabar esta carta y pronto dejarán de intentar salvarte, dame al menos aunque sea... un puto motivo para odiarte.

Porque la vida no es eterna, y menos mal...

Y que triste que lo que tenga que decir, lo diga en forma de anonimato ¿no? paradojas supongo.
Beber, fumar, follar, olvidar, tener la sartén por el mango, mi propia ley, lo típico vamos, para una piba de mis años. Aquí donde nos veis somos poetas.
Hablo de hacer tratos con el diablo, porque el de arriba ya me hizo el lío, al decirle que hay alguien que casi le mejora.

Batallas del 30 de mayo. Third.

¿Vamos a terminar todo esto de la noche a la mañana? ¿Sin ni si quiera despedirnos? ¿Enserio? ¿Ni una mísero adiós?
De verdad, es que esto no tiene sentido, osea, no es normal pasar de estar un día en un parque riendo, besando y abrazándonos a dejar de hablarnos sin ninguna razón.
Había encontrado en ti lo que quería cuando no lo quería, y aún así, me dí cuenta de que valías la pena, ¿y sabes? estaba valorando cada mínimo detalle de esa relación (si así se puede llamar), estaba aprovechando cada minuto, porque después de tantas historias, te das cuenta de que nada es eterno, y que tienes que vivir los buenos momentos lo mejor posible.
A pesar de que al principio no me gustaba la idea de lo que estábamos teniendo, me estaba empezando a gustar joder, te juro que estaba (y estoy) dispuesta a lo que sea por continuar con eso que teníamos, porque a pesar de todos tus fallos, y más aún los míos (que son muchos más) me encantaba eso, nuestro, joder, porque al fin y al cabo era sólo nuestro.
Te juro que intento buscar un sólo motivo, sólo uno, pero es que no puedo. No encuentro aquello, ¿qué coño ha sido lo que falló?
Que jodido es mantener una relación estable, pero es mucho más jodido el desenamorarse.
Me tiene loca tu maldita preciosa locura.

...

¿Qué sabes tú de mi soledad, de mis penas y mi amargura? ¿A caso sabes tú? Tú no sabes na'. Si casi no se yo... ¿Qué sabes tú de mi realidad, de mis miedos y de mis dudad? ¿A caso sabes tú? Tú no sabes na'. Si casi no sé yo...

Ya no espero nada de nadie.

Quien me piense, que me escriba. Quien me extrañe, que me busque. Quien me quiera, que lo demuestre.

martes, 15 de julio de 2014

Batallas del 30 de mayo. Second.

Sé que esta noche tú no tendrás problemas en dormir. En cambio yo... ¿yo qué te voy a contar? Si ya sabes todo. Sabes que no duermo aún muriendo de sueño si hay algo que ronda mi cabeza, sabes que a mi nadie me tiene que dar clases de moral, que eso es algo que ya tengo muy aprendido, que muero por ti, que me encantaría dormir contigo, pero mi cabeza me dice: "¡Enfádate! no le hables!". Sabes que no soy de llorar, pero también sabes que soy incapaz de durar mucho enfadada. Sin embargo, esta noche, sé que si me acostara en tu cama, no reconocería a la persona que tengo al lado.
No quiero dormir con desconocidos.

domingo, 13 de julio de 2014

J O D E R.

Supongo que en cierto modo, esto es algo de desorientación. El no saber lo que siento me ha hecho cometer un enorme error, y ya no hay vuelta atrás. Siempre he pensado que no te quería, que bueno, después de una historia bonita no hay más, y, yo ya tuve la mía, después de ella vinieron muchos tíos, y a pesar de que yo les llenaba a ellos, el sentimiento no era recíproco. Supongo que sería por eso de que ya perdí mi oportunidad y bla bla bla. Así que ya sólo me quedaba disfrutar de los que veníais, pero,
*De verdad, no sabes lo difícil que es para mi escribir esto, joder, que ya no sé que coño hacer,coño putas zorras cojones mierda hostias, joder tío. Enserio, ya no sé como coño continuar esto, me esta matando por dentro desde el primer momento.*
claro, llegaste tú, la verdad que llegaste como todos, así, a lo tonto, sin pensarlo, porque sí. Y bueno, todo este tiempo he CREÍDO pensar que eras como los demás, y que no ibas a ser más que ninguno de ellos, pero después de haberla cagado como lo he hecho...
Joder, que no somos nada, que no he hecho nada malo, pero joder *coño ya* si tanto me está afectando supongo que será porque me importas más de lo que pensaba. Que empezaste a lo tonto, y bueno, no sé como acabarás, o, si por muy mala suerte, has terminado ya.
De verdad, daría lo que fuese por volver a esta noche, haberme dormido desde el principio y que no hubiera pasado nada, llegar a casa por la mañana, y mandarte un mensaje, ¿sabes? te diría:

Buenos días idiota, ¿qué haces hoy? hace mucho que no te veo...
¿qué te parece si quedamos ésta tarde?
Bueno, ya si quieres y eso... responde. 

Pero no, ya la he cagado demasiado, estoy de mierda hasta el cuello, y no se como salir de ella.

[30]


viernes, 11 de julio de 2014

Días diarios.

Mis putas heridas. Mis ganas de vivir emigran.
De mi familia la oveja negra, no certifican las miradas que me echa a mi la madre mía.
Por mi silencio pagarían, sé cosas de la vida que mejor que no se digan. Sé de puertas de salida que mejor que no se abran, que luego te persiguen sombras. Hay momentos que me asusto de mi misma, y otros momentos en los que me digo: "no es pa' tanto chica" pero sí que lo es, hermano; he compartido tazas de báteres con el mismo diablo.
Y, tengo que salir a despejarme, y, y esta cama huele a ti, y nos damos la espalda como extraños, y, y ya no me apetece ni besarte.
A mi ruina le sobra rutina, y esto ya es inaguantable, mierda. Luego me arrepentiré, diré, que esto es circunstancial, y volveré a follarte como antes. Justo después me dormiré, siendo otra tía insustancial soñando cosas imposibles. Aquí huele a domingo casi siempre, y no creo en el destino porque duele. Allá donde estés hieres, por eso me bajé al infierno, ya no pienso en mis errores.
Eres como el champán, a ver, me explico: si gano te merezco, si pierdo te necesito; por quien dobla las campanas.
No esperamos del mañana apenas nada, ni el mínimo éxito. Ni si quiera por mis muertos que me engancho yo a algo de esta vida; y es que saco lo peor de vosotros, lo mejor de mi se fue cuando probé ese polvo. Vivo sin lujos, me flipa beber sola, soñar que arreglo el mundo, bueno miento, me flipa beber sola, contar ya mis problemas a una litrona; me miran con cara rara, ¡yo no educo!, ¿acaso me han visto con cara de colegio público?
Joder. Ésta cara es de desequilibrio, de estar viva porque no hay remedio. La paz a medio plazo la encontraré en el exilio, la encontraré en el divorcio, ¿por qué coño me casé con el vicio?

[·#·]

Dedicáis tantos a insomnios a quien no va a venir, que cuando venga alguien que de verdad merezca la pena, os quedaréis dormidos.

sábado, 5 de julio de 2014

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. (Poema de Pablo Neruda).

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Todo lo que nunca podré decirte en cinco pasos.


Que guapo está en mi corazón para estar tan roto. ¡Y qué bien te quedan estas letras! puestas delicadamente en tus pestañas, que son como el telón de la gran obra de tus ojos. Perdóname, pero ya sabes que soy chica de metáforas, aunque en realidad es un eufemismo decir eso, cuando en realidad lo que soy es una cobarde por no saber escribir claro, por no atreverme a acercarme a ti y decirte, que eres lo más bonito que he visto alguna vez pisar este suelo; territorio que aún no he conquistado, porque a mi, eso de tener los pies donde hay que tenerlos, nunca se me ha dado nada de bien. Y es que sueño tanto, que a veces pienso, que en mi vida no existe presente, sino ilusiones que ahogan el tiempo. 
Lo primero que he aprendido de esta historia, nuestra, supongo, es que el pecho izquierdo siempre va a doler más que cualquier otra parte del cuerpo, será por fisonomía o metáfora, pero estás vendido si se clava ahí la flecha de Cupido. Que sí, que es de Cupido, pero seguirá siendo una flecha, y duele.
Lo segundo es, que si echar de menos ya es de por si jodido imagínate echarte de menos a ti, cuando en realidad, tendríamos que echarnos de más, pero de sonrisas. Llámame ilusa, soñadora, idealista y mentirosa, por venderte que el amor, sí existe. Pero nunca, por favor, me obligues a quemar mi bandera, porque si defiendo una locura así, si te afirmo una y otra vez que la Torre Eiffel ha sido más testigo de besos que de huidas, que el Sena y sus orillas sean escenario de poemas, y que tú y yo podríamos ser prosa y verso, es porque,
lo tercero que he aprendido, es que yo empecé a buscar en tus labios a raíz de algo tan loco como el palpitar de éste corazón.
Y lo cuarto, es que, ya va siendo hora de salir de mi escondite, ¿no? y correr a buscarte. Es el momento perfecto para abandonar el salvavidas y aventurarme a tirarme al mar en mitad de la nada. Que no será nada, porque estarás tú; y lo será todo. Que no será escondite, porque estarán tus brazos, y eso... jajajajaja, eso si que es magia.
Por último, decirte que lo quinto que quiero susurrarte, es...

Co(n)razones o sin ellas. (Texto de Alejandra Saiz).

Nos comimos los paréntesis en menos de dos meses, se nos fue de las manos para venirnos al pecho. Justo ahí, donde colocas mi palma en tus cosenos y me dices que te encuentre el corazón que yo tengo. 
Me tragué tu bombeo una vez que pisamos el cielo, y desde entonces, lo guardo dentro de mi. Lato por dos, y me delato cuando intento parar uno de los latidos (el tuyo habla bajito y el mío es un Correcaminos). Pero es mío, y lo pienso cuidar como si fuese tuyo, pienso dormir tu corazón por todas las veces que no ha vivido.
Tengo pensados 27 planes para contarte (entre ventrículos) que las venas que lo cubren son los besos que aún no te he dado, para convencerte de que la vida se mira sin un corazón hecho a medida. 
Pero el tuyo es una excepción, y me viene de miedo para ponérmelo cada día.

Que triste que tenga que decirte esto desde el anonimato, y no a la cara...

A veces, cuando te imagino durmiendo pienso en la justicia, y me viene a la mente la idea de grabarte, mientras duermes, por aquello de que la paz mundial se esconde en tus bostezos. Y con una sola de tus muecas o de las veces que te rascas la nariz sin darte cuenta podrían acabar con la guerra en cualquiera de sus formas.

Tú, con tus manos calientes
curando cicatrices por todo mi cuerpo.
Tú, con tu sonrisa tímida
por si en un descuido, te la robaba y la sacaba a bailar.
Tú, con tu manía de negarme los besos, sólo para hacerme rabiar.
Tú, contigo.

Voy a hacer una lista con las veces que me callo los 'te quiero' para que los tengas siempre a mano y los escuches siempre que te apetezca:
Te quiero sin saberlo un 7 de enero,
intuyo el verbo en futuro 60 días más tarde.
Te empiezo a querer un 23 de mayo, cuando nos conocemos alcohólicos perdidos.
Un  21 de mayo, donde presiento que las cosas inevitables, son un poquito, así, sin sentido.
El sentimiento, medio sale a la luz un 30 de mayo, junto al primer beso.
Te quiero por primera vez un 22 de junio.

Te he querido sin saberlo, sabiéndolo, y en todas las formas verbales que existen. Te he querido de noche, de día y a deshoras. Te he querido de espaldas, de frente. Te he querido encima y debajo, y de lado a lado; y tengo que confesarte, que donde mejor me quedas... es dentro. Ahora déjame probar cómo me queda quererte de cerca. Que algo me dice que es a medida.
Déjame decírtelo todas las mañanas; cuando te despiertas y te pasas la mano por los ojos como si no estuviera ya enamorada de tus legañas, como si no estuviera ya enamorada de tus ojeras.
Ojalá algún día consiga que te escuches con mis oídos, así entenderás por qué, a ciertas cosas, solo sé responderte a besos.
Créeme, te enamorarías de ti, cada día, si fueras yo. Y pudieses decir lo que siento, incluso mientras te escribo esto.

Bajo la lluvia equivocada.

Llueve, mi amor, y ya no sé hacer otra cosa que imaginarte bajo la lluvia. Llueve, y ya no sé escribir si no es sobre mojado por si el viento no es capaz de llevarse las palabras. Las promesas de la primavera se han ahogado a base de silencio y el tiempo no hace más que recordarme que tu olvido estallará en cualquier momento.

Dime dónde podría esconder las migajas de lo que siento para que no se las lleve la marea.. mar adentro. ¿En qué momento se rompieron las botellas donde guardábamos los recuerdos? Dime, porque ya solo quedan trozos de vidrio que se acumulan entre mis dedos cada vez que intento escribir tu nombre. Dicen que hay más de mil maneras de morir, yo sólo te conozco a ti. A ti a mi lado respirándome la piel, desordenando mis latidos, provocándome pequeños amaneceres hacia tus labios; ojalá fuera capaz de describirte cuánto quise besarlos aquella noche. Pero estabas tan en calma, tan sin mi.

Tus manos rebosaban tanta paz y yo debía declararte tanta guerra; si fui a curarte las heridas fue tan sólo con el fin de seguir matándonos después. "Jamás debiste haberte cogido aquel tren" -me dijeron al verme bajar de la estación en forma de piezas. Yo solo quería cortarme los pulmones con tus uñas, que el dolor me traspasara los huesos de tu recuerdo y retorciera mi clavícula hasta encontrar tu cicatriz. Quizás así, pudiese desde dentro cicatrizar la herida.


A veces te pienso y dejo de existir, entonces el mundo tiembla y las nubes se echan a llorar creando un ejército de besos que golpean tu ventana. Déjate mojar un rato. Que no conozco imagen más bonita que cuando te vi brillar bajo la lluvia ni conozco escondite más seguro que aquel portal en mitad de la tormenta. Tú quizás no lo sepas, pero anoche soñé contigo y en el sueño, te prometí que cada vez que lloviera me tendrías a tu lado, con los ojos cerrados y el corazón abierto. Exactamente igual que cuando te vi por última vez. Hoy llueve, diluvia en mi ventana y tú no estás. Pero créeme, yo estoy pegada a la tuya desde la primera gota que ha caído en tus manos. Asómate a las nubes, mi amor, que no es agua lo que cae desde este cielo oscuro, son caricias y llevan todas tu nombre y la única misión de acariciarte a ti.

viernes, 4 de julio de 2014



'Apunta: Tus pupilas tomaron el relevo de las pupilas de Bécquer.’ 
‘Masturbarme con tus versos debería ser la hostia.’ 
‘Y te haga lo que la primavera no se atreve a hacerle a los cerezos por temor a hacerles daño.’

 
'Duerme conmigo.
Prueba a pegarte tanto,
tanto,
que quepamos en el mismo sueño'.

A base de brechas y desabrochar.


Escribir para él como cuando se pestañea ante el reflejo de un cristal roto. Porque no sé si lo sabéis, pero vuela. 
Vuela alto y el viento que levanta sabe a verano, a hogueras que se encienden y a olas que te tocan. Sabe a ese vaivén loquísimo que te agarra de la cintura para decirte que si no las saltas las demás tardan un sólo segundo en llegar. Que no pasa nada, que vuelven, que son infinitas, que son justas, que no se acaban. 
Me recuerda a mar y a noche porque te envuelve, porque marea y porque calma. Porque las mariposas más bonitas pueden morirse de pena sólo con que las toques y las condenes a vivir en una jaula de seda.  
Cuentan que una vez la luna llena se acostó en su cama para espiarle y que desde entonces se pelea con el Sol por permanecer. Que le brilla la piel como brillan los aullidos de un lobo. Que de él dependen las mareas y los bailes a medianoche. 
Con él aprendes a buscar historias en la pequeñez de los días tranquilos, a leer en la infinitud de la cotidianidad. 


Aprendes que los sueños son libres
sólo cuando nosotros lo somos también.

¿Has venido a hacerme polvo o a hechármelos?


DE PASAR CANUTOS A PASARLAS CANUTAS.

Una vida entera viviendo en un martes 13.

¿Y qué si te necesito a mi lado?
¿Y qué si te digo que lo único que me apetece ahora es estar tumbada en tu cama, fumándome un cigarro mientras recorres mi cuerpo con tus labios? Besarte hasta quedarme sin aliento, como nunca hemos hecho.
Que tampoco pido tanto, sólo un ratito a tu lado, saber que el mundo es nuestro con la tranquilidad de que nunca será de otros dos.
Que entiendas que al amor en libertad también le gusta la compañía.

Y que tu luna de miel sea una luna de mierda.

O hablo ahora o callo para siempre.
Hay días que morir no es suficiente. Escribiendo una canción, el día de tu boda. 
¿Qué será de ti con esa tía? Ya sé que vas a hacer, dormir con ella, soñar conmigo. Pondrás mi nombre a tu primogénito, pero ser semi feliz no tiene mérito. Puede que encuentres una chica mejor, ajena al dolor, una señora que vista a la moda, que te haga canciones de amor, que no hablen de sexo, de alcohol o de drogas. 
Porque después de ti, ya no son labios. Nadie va a mirarte como yo. Dame cuerda en la nostalgia del reloj. Mi vida es como un cuadro pintado a oscuras, por eso tu no me puedes ver ya ni en pintura. 
Y cuéntale a tus hijos que pudieron ser los nuestros.

jueves, 3 de julio de 2014

Correr, correr, saltar y seguir corriendo hasta chocar con el siguiente latido.

Una calada más por tus recuerdos, o por cómo han llegado hasta aquí. Por uno de tus besos o por cada vez que te giras sin más. Una calada por todas las veces que has dicho mi nombre en tu mente, por todas y cada una de las personas que decían que nunca aprenderíamos a sonreir, y que el humo no se lleve mis palabras. Otra por mis idas de olla. Una que me haga olvidar que anoche bebí hasta casi olvidarte. Una de esas largas para que me tengas en cuenta, siempre. Una por tus principios, otra por mi final. Una calada por tus orígenes y como siempre han querido escucharte. Otra más por las peleas incomprensibles y necesarias. Alguna entre mi luna y tu sol, por cualquiera que lleve mi sangre. Una por la jodida noche y su ocasión. Otra para que vuelva a ocurrir. Alguna que otra por aquella vez que me perdí tu piel, o por cuando nos arrestaron por saber demasiado del tiempo y querer timarle. Una de las chiquititas por nuestra canción, que sea pequeña, que la parte que falta ya la completo escuchando esa melodía a todas horas. Si quieres también, otra por mis silenciosas regañas en todos los idiomas, O por todo lo que callé. Las que quieras mientras el mundo sea nuestro.

"Citas".

Es aquí, pasa, puedes quitarte las medias, o si prefieres te las rompo yo. Del amor ni una palabra, por favor, todavía es por la mañana. Sabes a viernes, y también a nata. Ese mapa en la espalda, ¿es natural? Verás... Yo quería besarte incluso donde no me dejes. Ya, a mi también me encanta esta canción. ¿Podríamos moverte si me tomas como ángulo principal de caricia?. Me gustan las huellas que dejas en las motas de polvo que contigo se mueven. Ojalá que todas las cosas bonitas no dependan sólo de ti. Vamos, sube aquí arriba, que sino me voy a tener que venir abajo. Bésame ahora y dejemos para nunca lo de siempre. ¿Ya estás volando? Contigo es que no se puede... Mira, ven, hay que ver cómo tienes los labios. Joder ¿eh? Cómo está el patio y tú pensando que todo es igual. Espera un momentito, prometo que será el último. Por cierto, ¿a quién tuviste que matar para lograr esa sonrisa, mi vida? Cambiemos mejor de tema, yo venía a hablar de tus faldas y a vivir debajo de ellas. Tengo un puñado de trenes que podríamos coger, así que había pensado, que tú...

Primer Tres.

Y nos alejamos, con esa horrible sensación de perder algo tan bonito como frágil, y es que, si no me perdió, si que perdió la ocasión de poder hacerme feliz.
Pero ya me estaba acostumbrando a perder.
Siempre con esa inercia de aquél que nunca aprendió a dejar de llorar con las despedidas. Y recuerdo cuando no estábamos tan lejos, y aún, al mirarte, al mirarnos, te brillaban los ojos como si fuésemos a salvarnos. Qué ingenuo, supongo. Estabas enamorado, y es bonito.
Y si algún día me preguntas por qué no volví, te diré que ya conozco mis cicatrices de sobra como para saber que te hubieras ido otra vez en cuanto te hubieras acercado lo suficiente, y no quiero abrirlas de nuevo.

Batallas del 30 de Mayo. First.

Como esos que no se atrevían a quererse porque siempre que lo intentaban terminaban escribiendo cosas tristes sobre el amor de madrugada. Como nosotros. ¿Y qué podíamos hacer? si nos resignamos a esperar, que muchas veces, es también una forma más de alejarse; que podíamos hacer, sino soñarnos por las noches, y también, incluso, cuando despertábamos. Esa era nuestra rutina. Esa. Nuestra bonita forma de morir.
No preguntes. Sólo sé que muchas veces estuve apunto de decirte "te quiero", pero luego pensaba que exponerse de esa forma podría ser peligroso, sobre todo por eso de que hay personas que se toman las declaraciones de amor como una declaración de guerra. Así que te preguntaba cómo estabas, por si había suerte, y me decías, que sin mi, no demasiado bien.

¿Y si no me lo pienso? ¿Y si voy? 
Que difícil es decirte te quiero, y que fácil sentirlo; amor.

Mírame, derrotada por ti, sintiendo una asfixia constante siempre que no te tengo, entre mis brazos, ¿porque dónde sino? aunque no mayor que la que me recorre por dentro cuando te tengo cerca, pensando en todo lo que te haría, todos los besos y todas las caricias, que, aún no te he dado, y que tampoco te daré, por ser la típica gilipollas, la que te va a perder por miedo a perderte.
Mírate, feliz, sonriendo, sin pensar en mi. Con esos ojos, esa sonrisa que vale millones, y ese pelo suave como la seda, como tu piel misma. Oh, tu piel, hablemos de tu piel, de tu espalda concretamente, no puedo hacer otra cosa que estremecerme cada vez que me imagino, en todos los sentidos, recorriendo tu espalda.

Mírame, fumando un cigarro, o un canuto, ya no sé ni lo que es. Echándote de menos, aunque aún te tengo, pero así me voy preparando para cuando no. Andando sola por las calles, de la ciudad, sin pararme a ver si conozco a alguien no, principalmente por mi forma cabizbaja de caminar, intentando buscar mi lugar bajo la tierra.


.

¿Y qué si digo que te quiero?
¿Y qué si te quiero?
Y digo: QUE TE QUIERO; JODER, que te quiero...

TAXI LIBRE, PERO OCUPADA. (Texto de Irene X).

Tú no sabes lo que es volver a casa. Salir del ruido y que
sólo suene música en la que señalábamos cuántos hijos
tendríamos.
Qué vas a saber tú de caminar con el corazón en forma de
tacones. En la mano. Bajo la lluvia.
Tú que vas a saber de calar si siempre desapareces a los doces
golpes de semen contra mi pecho. Si te lavas las manos tras
la tormenta. Ignorante.
Tú no sabes lo que es volver a casa. Buscar un punto de
apoyo sin recordar tu polla. Verlo todo en negro porque se
corren los ojos antes que yo.
Y dormir entre taquicardias. Como si el amor llamase a mi
puerta para embargarme tu recuerdo. Contar pesadillas.
Dormida.
Y despertarme.
Buscar entre aspirinas el remedio para curarme todas estas
rozaduras que me ha dejado tu piel.
Y anestesiarme.
Marcar tu número de teléfono y aparecer en tu puerta.
Porque tú no sabes lo que es volver a casa.
Y yo, sólo, aprendo a dormir en la tuya.

miércoles, 2 de julio de 2014

Que afortunado es sentir detrás el aliento, saber que hay gente que comparte lo que siento, que no estoy solo, después de todo.
Una sonrisa es una brisa de aire fresco. Hay situaciones que derrumban al fuerte, que vienen como manadas de elefantes, quieres correr pero te quedas delante y esperas de verdad que no puedan verte; sientes el miedo natural en un hombre, pero te digo debes sobreponerte, conocer el problema y la raíz de este, y dar la cara como nunca lo hiciste.
He de levantarme, he de mirar dentro de mi, como poder hoy compartir todo lo que me hace feliz, la mejor forma de vivir.
Miro a mi alrededor, con la sensación de que la gente no entiende que el respeto mataría al rencor, que sólo amistad desemboca en amor.
Hoy siento apoyo de mi gente, eso y es lo importante, darle valor al calor del que te protege. Escribo con el corazón.
Atentamente.
Posdata: esta carta es para el que se la merece, al que miró por mi, al que tuvo sueño y no se fue a dormir, que le dio palabras a un llanto sin fin. Familia y amigos, os querré a morir, siempre en mi mente están.