Quédate con ella y mírala dormir. No la despiertes, está soñando contigo.
Desvistela con los ojos, observa sus lunares y cada una de sus pecas.
Recuérdate a ti mismo por qué te gusta tanto.
Sal a fumar, pero déjale una nota. Dile cuanto la quieres, y, escríbele que volverás.
Vuelve.
Si aún no ha despertado, susurrale al oído, que no hay tiempo que perder.
Preparale un café y dile que la quieres.
domingo, 23 de noviembre de 2014
Y no hay más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario