Entrará en mi vida aquél que tenga su propia vida, quien me invite de vez en cuando a compartirla sin que quiera matar la soledad conmigo; quien entienda que al amor en libertad, también le gusta la compañía.
Ella ya no sueña, sus objetivos son barcos que no han llegado a buen puerto.
Ya no desea ser libre, quizás porque ya lo es.
Dicen que los sueños mueren cuando muere el soñador, y quizás sus sueños fueron enterrados con ella.
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