Entrará en mi vida aquél que tenga su propia vida, quien me invite de vez en cuando a compartirla sin que quiera matar la soledad conmigo; quien entienda que al amor en libertad, también le gusta la compañía.

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sábado, 7 de febrero de 2015

Pero estás fuera de la ciudad.

Pues dejemos tu cama perdida de mis pecas.
De una vez. Por todas.
Las que fuiste y serás.
Las que ahora eres. Contra mí.
La golfa. La rey. La
todo para siempre. La nada. La
ahora no te hablo. La
vamos nos marchamos y a la
mierda el planeta. La
qué cenamos mañana. La
es hora de cazar. La
amor hazme de barro entre las
piernas.
Comerte a versos hasta
dejarte los labios azules.
Despacio matar cuervos
en tus nítidas clavículas.
Comer los caracoles de tus frases
boca a boca. Desnudarte miedos.
Pero te me has marchado.
Estás lejos. Madrid.
En casa de tus padres.
Y dices que hasta el lunes
no habrá mundo ni alegría.
Y sin ti más me duele
este país de seis millones
de parados. De casi cincuenta
millones de cadáveres.
Que se mueren de ganas
de volver a vivir.

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