Entrará en mi vida aquél que tenga su propia vida, quien me invite de vez en cuando a compartirla sin que quiera matar la soledad conmigo; quien entienda que al amor en libertad, también le gusta la compañía.

Páginas

jueves, 26 de febrero de 2015

La noche deja de tener sentido cuando te despides con un "buenas noches"

Al final, para la inmensa mayoría, la felicidad consiste en obtener un millón y no morir antes de gastarlo.
Para mí la felicidad, sin embargo, es que tú abras con pereza un ojo a las cinco de la mañana. Titubees mi nombre como si fuese tu primera palabra y esperes con inquietud a que yo responda el tuyo como si fuese la última.
Siendo eso tan simple, a veces me pregunto, por qué ellos parecen más esperanzados en la felicidad siendo su deseo mucho más complejo que el mío.
Supongo que porque en este momento es más probable que yo obtenga un millón

a que tú vuelvas a llamarme.

sábado, 7 de febrero de 2015

Pero estás fuera de la ciudad.

Pues dejemos tu cama perdida de mis pecas.
De una vez. Por todas.
Las que fuiste y serás.
Las que ahora eres. Contra mí.
La golfa. La rey. La
todo para siempre. La nada. La
ahora no te hablo. La
vamos nos marchamos y a la
mierda el planeta. La
qué cenamos mañana. La
es hora de cazar. La
amor hazme de barro entre las
piernas.
Comerte a versos hasta
dejarte los labios azules.
Despacio matar cuervos
en tus nítidas clavículas.
Comer los caracoles de tus frases
boca a boca. Desnudarte miedos.
Pero te me has marchado.
Estás lejos. Madrid.
En casa de tus padres.
Y dices que hasta el lunes
no habrá mundo ni alegría.
Y sin ti más me duele
este país de seis millones
de parados. De casi cincuenta
millones de cadáveres.
Que se mueren de ganas
de volver a vivir.