Son casi las dos de la mañana, algo habitual, últimamente. Es una noche de verano, acaba de empezar nuestro verano, ese gran verano que tantísimo tiempo llevamos esperando; es el verano, el gran verano. El verano, con sus días calurosos y sus noches interminables, tiempo de enamorarse.
Ahora caigo, todo encaja, ya han pasado las doce, ya es treinta; un mes, un mes a tu lado, y mira, nos ha dado tiempo de mucho. He acariciado tu piel, esa que en estos momento echo tanto de menos a mi lado, tu piel, casi tan blanca como la nieve, y tan fría como ella misma, como tú eres.
Amor, eres un mundo. Al que espero llegar desde el anonimato.
Tantas veces he hecho esto y tan pocas he logrado conseguir algo con ello... Sin embargo vuelvo, o vuelo, depende de como lo interpretemos, vuelvo a caer si no estás tú, y vuelo algo si sí lo estás.
Escucha pequeño, te quiero.
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